Una persona llamada hogar

Ha pasado tiempo. Mucho, ya no se si demasiado desde aquella última vez. Desde aquella vez en la que decidí que tenía que continuar sin ti. Era el momento en el que no podía hacerme cargo de tus miedos e inseguridades, esos que hacían sacar lo peor de ti, esos que nos alejaban más y más, como si un océano se interpusiese entre nosotros dos. Estaba cansado de tu inmadurez y de tus celos, y de los actos más tontos que podíamos reprocharnos.

Y entonces decidí irme. Decidí abandonar lo que consideraba un hogar.

Es hermoso vivir enamorado(a), tener sueños e ilusiones, sentirnos entusiasmados, queridos y amados. Pero a estas alturas en que ya no todos sabemos amar, es mejor tener los pies bien plantados en el suelo, para así evitar el que nos hieran, saber hasta dónde permitir ciertas acciones y saber también en que momento retirarnos de dicha persona.

Y en ese momento me quedé sólo ante todos los problemas, ante todo ese mundo que se me venía encima, listo para aplastarme y hundirme en el fango o enterrarme para siempre. Miré a los lados para ver si había alguien dispuesto a ayudarme, a apoyarme en los momentos en que necesitaba que alguien me cogiera de la mano. No había nadie.saudade-extrañar-viajes

Y entonces me di cuenta: no tenía un hogar, un lugar donde sentirme seguro, un lugar donde poder sacar el apoyo necesario para pegarle una patada a todo lo malo. Una época que pase huyendo de todo y de todos, porque no estaba preparado para solucionarlo. Una época en la que los sentimientos de los demás me eran banales, en los que escuchar a alguien era una mala decisión o en los que follar sin querer era una solución. Y fue en estos momentos fue cuando me di cuenta de que una persona que no tiene hogar  sólo le queda deambular por este basto mundo.

No podía seguir así, tenía que hacer algo. Y creo que di con la solución. Todo la vida nos enseñan un camino a seguir, ya sea consiguiendo objetivos o metas, a seguir un modelo de vida predeterminado. Yo no quiero eso. No quiero que todo mi futuro se manifieste en el sentimiento a una persona o varias. No quiero que mis sentimientos hacia alguien me impidan a hacer lo que realmente quiero hacer.

Quiero ser mi propia seguridad. Quiero ser mi propia comodidad. Quiero ser mi propia felicidad.

Quiero ser mi propio hogar.

2 comentarios en “Una persona llamada hogar

  1. Oliver Holmes escribió que para el hombre, como para los pájaros, el mundo ofrece muchos sitios donde posarse, pero nidos solamente uno: su hogar.

    Lo bueno de ser tu propio hogar es que puedes hacer de cualquier sitio un nido. Es perder el miedo a perderte porque siempre sabes a dónde regresar. Caminar con la casa a cuestas hace que el viaje de menos vértigo…

    Acumulas verdades muy interesantes. Buen texto.

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